Manuel Rodríguez
Referencial

El  26 de mayo de 1818, en la Hacienda El Sauce cerca de Til Til, fue asesinado de un disparo por la espalda y golpes de bayoneta el guerrillero Manuel Rodriguez, quien era conducido por un grupo de soldados a la prisión militar de Quillota. La muerte de Manuel Rodríguez fue un golpe para el movimiento independentista y para todos aquellos que luchaban por una patria libre. Su desaparición dejó un vacío y una sensación de pérdida que aún se siente en la historia chilena. Pero más allá de su muerte, la figura de Manuel Rodríguez se mantiene viva en la memoria colectiva de la sociedad.

Hoy, en un contexto en el que la participación ciudadana y la lucha por los derechos y la justicia siguen siendo desafíos persistentes, la figura de Manuel Rodríguez cobra una relevancia renovada. Su compromiso con la causa de la independencia y su defensa de los principios de libertad y dignidad humana deben ser una inspiración para las generaciones actuales. En un país que busca construir una sociedad más inclusiva y equitativa, es necesario recordar y reflexionar sobre los valores que Manuel Rodríguez encarnó.

Existen múltiples razones que pueden explicar esta baja participación ciudadana. La desconfianza en las instituciones, la percepción de que los políticos no representan los intereses de la ciudadanía y la falta de conexiones significativas entre la sociedad y el sistema político son algunas de las causas subyacentes. Además, el desencanto y la frustración ante los problemas persistentes y la falta de respuestas eficaces pueden llevar a la desmovilización y el distanciamiento. Manuel Rodríguez entendió la importancia de la participación ciudadana como motor de cambio. Su liderazgo y su llamado a la acción inspiraron a otros a unirse y contribuir activamente en la construcción de un mejor futuro para Chile. La participación ciudadana sigue siendo un valor esencial en la sociedad chilena actual.

Es fundamental recordar que el legado de Manuel Rodríguez nos desafía a no resignarnos a la apatía. Debemos reconocer que la participación ciudadana es una responsabilidad colectiva y un medio para ejercer influencia en las decisiones que nos afectan. El compromiso con nuestro entorno y la construcción de una sociedad más justa y equitativa dependen en gran medida de la participación activa de cada ciudadano. Es hora de despertar nuestra conciencia cívica. Debemos revalorizar la importancia de nuestro voto y ejercerlo de manera informada. Además, debemos buscar canales alternativos para expresar nuestras opiniones, como la participación en organizaciones sociales, el activismo ciudadano y el diálogo constructivo con nuestros representantes políticos. Solo a través de nuestra participación activa podremos influir en el rumbo de nuestra sociedad y promover los cambios que deseamos ver.

Un 23 de marzo de 1818, y en circunstancias más adversas que las que atravesamos hoy nos dijo a todos “Aún hay patria, ciudadanos” y aquello nos recuerda que, sin importar las circunstancias o desafíos que enfrentemos como sociedad, siempre hay una responsabilidad compartida de cuidar y trabajar por el bienestar y la prosperidad de nuestra nación.

La muerte de Manuel Rodríguez no fue el final de su legado. Su figura y su lucha siguen resonando en la historia y en el presente de Chile. Recordarlo es un recordatorio de la importancia de la valentía, la justicia y la lucha por la libertad. En un mundo que enfrenta desafíos y tensiones, la memoria de figuras como Manuel Rodríguez puede servir de guía y ejemplo para las generaciones actuales. Mantener viva su memoria es mantener viva la llama de la libertad y la justicia en nuestra sociedad. La muerte de Manuel Rodríguez es un recordatorio de que, a veces, el sacrificio personal es necesario para construir un futuro mejor para todos. Sigamos el ejemplo de Manuel Rodríguez y trabajemos juntos para despertar nuestra conciencia cívica y fortalecer nuestra democracia.

Jorge Pomar, conductor de Chile Público en Radio Agricultura.

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