La historia ha demostrado que no hay nada más difícil de derrotar que a los rusos en su propia casa. El Mundial de fútbol 2018, que ya había dado suficientes sorpresas, parece no ser la excepción. Rusia igualó a 1 contra España y con una agónica victoria en penales consiguió meterse a los cuartos de final del torneo donde ejercen como locales.
El partido se desarrolló con el Estadio Luzhniki acaparado por las pifias de hinchas rusos en contra de ‘La Roja’ para hacer valer la localía. Sin embargo, los hispanos no estuvieron para intimidaciones y abrieron rápidamente la cuenta en 11 minutos, cuando una disputa en el área entre Sergio Ramos y Serguei Ignashevich terminó con el ruso marcando con el talón en su propia portería.
El gol fue un balde de agua fría para los dueños de casa, que desde un primer momento apostaron por el contragolpe y ahora estaban obligados a salir a buscar el gol. El escaso ataque ruso tuvo su mejor momento con un disparo de Alesandr Golovin, que se fue desviado por el costado de la portería custodiada por David De Gea.
Sin embargo, los dirigidos por Fernando Hierro regalaron el empate en el minuto 39, cuando Gerard Piqué interfirió el balón con la mano en lo que era un débil ataque del ‘escuadrón ruso’. Artem Dyzuba se encargó de marcar la paridad desde los 12 pasos poniendo la incertidumbre en el compromiso.
Y antes de que acabara el primer tiempo, una buena jugada colectiva de España le hubiese permitido a Diego Costa marcar la ventaja, pero el delantero del Atlético de Madrid no alcanzó a definir. Ya en la segunda mitad el ritmo del compromiso disminuyó considerablemente, y los entrenadores se vieron forzados a hacer ingresar a sus talentos del banquillo: Andrés Iniesta y Denis Cherysev.
Los dirigidos de Fernando Hierro dominaron la segunda mitad, y en el 84 Iniesta casi anota el gol del triunfo pero se topó con una buena atajada de Igor Akinfeev. El partido incluso debió llegar al alargue, donde el constante asedio de la ‘furia roja’ se encontró con un equipo blanco que le puso el candado a su área y defendió con once hombres durante todo el tiempo agregado, obligando la definición a penales.
Entonces sucedió lo inesperado. Mientras que por España anotaron Iniesta, Piqué, Ramos, por Rusia lo hicieron Smolov, Ignasevich, Golovin y Cherysev. Los villanos fueron Koke Resurrección (atajó Akinfeev) y Iago Aspas (a las nubes), lo que le permitió a los rusos romper con la historia, demostrar que se hacen fuertes en casa y clasificar a los cuartos de final de su propio Mundial, donde esperan rival entre Croacia y Dinamarca.