Luego del poco tiempo que tuvo para preparar el duelo ante la U de Conce, Alfredo Arias dijo que ante Antofagasta sería su verdadero debut con la Universidad de Chile. El técnico sabe que se viven tiempos convulsos en el club estudiantil y que no hay paciencia para nadie. Los azules solo habían ganado uno de cinco partidos en el torneo nacional antes viajar al norte y en el Estadio Calvo y Bascuñán no cambió su suerte. Perdonó varias veces y terminó cayendo por 3-1.
El cuadro laico arrancó como una tromba. Presionaba arriba, soltaba a sus dos laterales al mismo tiempo y le imprimía velocidad a la pelota. Solo un monumental Agustín Rossi mantenía el cero en el arco local. El argentino se lució en dos mano a mano con Nicolás Guerra y otro con Matías Campos López. Los Pumas, en cambio, palidecían y un imperial Sergio Vittor clausuraba cualquier opción de contraataque. Pero inesperadamente llegó el gol. Ricardo Blanco se coló entre los centrales y conectó en el corazón del área un centro lanzado por Gonzalo Fierro a los 13’.
La apertura de la cuenta evocó todos los demonios que han danzado alrededor de la U en este comienzo de temporada. Volvió a ser ese equipo falto de confianza y de mandíbula frágil. Aun así, Campos López se escapó solo, pero volvió a fallar ante el ex arquero de Boca Juniors. Más allá de ese despiste, los de Gerardo Ameli se veían cómodos e incluso amenazaban con el segundo. Sin embargo, llegó el empate. Beausejour cambió de frente y Matías Rodríguez empalmó con una preciosa volea cruzada a los 44’.
El segundo lapso tuvo un inicio de alto voltaje. Johnny Herrera le negó el gol a Adrián Balboa y del otro lado Campos López falló un cabezazo a bocajarro. Poco a poco la visita se fue adueñando de la pelota. Los de la Segunda Región, en tanto, aguardaban agazapados, buscando explotar la habilidad de Blanco y la velocidad de Eduard Bello en la contra.
Todo le costaba a los capitalinos. No tenían movimientos ni finura para perforar. Y cuando por fin lograron abrir la defensa rival, Rossi volvió a estar portentoso en el achique a los 67’. Tres minutos después, Vittor le cometió un infantil penal a Balboa que el mismo uruguayo cambió por gol.
Sin luces ni arrebato individual, la U se fue a buscar la igualdad apelando al orgullo. Chocaba una y otra vez contra el fondo. Los cambios de Arias tampoco agitaron el encuentro. A cinco del final, la ley del ex sentenció la historia. Franz Schultz sacó un ajustado remate desde la medialuna del área que dio en el palo antes de entrar, una metáfora del desgraciado duelo de los universitarios.
Con este resultado, Universidad de Chile se mantiene en la penúltima posición con apenas seis puntos. Si Cobresal, que tiene una unidad menos, gana su duelo pendiente ante Everton la dejará como colista absoluto. Una nube negra cubre a los hombres de azul.