Después de tres años en el profesionalismo, Independiente de Cauquenes se declaró en quiebra y anunció su retiro del fútbol profesional, criticando duramente a la ANFP y al Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) por su manejo durante la difícil situación del club.
A través de un comunicado, el elenco del Maule apuntó a la poca “consideración” que se tiene con los clubes de la tercera categoría del fútbol chileno, donde acusaron “discriminación arbitraria” de la entidad de Quilín y “nulo apoyo económico”.
El club, que marchaba último de la tabla, también reclamó la poca voz que tiene en el consejo de presidentes y lamentó la decisión del sindicato de postergar el regreso del campeonato, al saber el impacto monetario que significaba para funcionarios y jugadores.
En ese aspecto, el elenco de la VII Región aseguró que se harán cargo de los sueldos correspondientes de la temporada, y finalmente realizó un llamado a la FIFA a investigar la precariedad en la Segunda División Profesional.
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