El delantero brasileño del Paris Saint-Germain, Neymar Jr, reiteró este lunes que no podía dejar el campo “sin hacer algo” tras ser expulsado por agredir al defensa español Álvaro González, al que acusa de comportamiento racista, y recalcó que aunque “las agresiones y los insultos forman parte del fútbol, el racismo no es aceptable”, lamentando que lo sucedido fuese ignorado por los árbitros.
Neymar fue expulsado este domingo en el descuento del duelo entre su equipo y el Olympique de Marsella tras propinar varias collejas al central español, confesando posteriormente que el cántabro le había llamado “mono hijo de puta”.
“Ayer me rebelé. Me expulsaron con una roja por querer pegar a alguien que me ofendía. Pensé que no podía irme sin hacer algo porque me di cuenta que los responsables no harían nada, porque no se dieron cuenta o ignoraron el hecho”, escribió Neymar casi 24 horas después en su perfil oficial de ‘Instagram’.
El ’10’ del PSG quiso “responder como siempre” en el campo, “jugando al fútbol”, y recalcó que en el fútbol “las agresiones e insultos forman parte del juego, de la disputa”. “No puedes ser cariñoso y por eso, en parte, entiendo a este chico. Todo es parte del juego, pero el racismo y la intolerancia no son aceptables“, advirtió.
El sudamericano se mostró “orgulloso” de sus raíces. “No me veo a mí mismo diferente de nadie. Quise que los responsables del juego (árbitros y asistentes) se posicionaran de forma imparcial y comprendí que ya no hay lugar para actitudes de prejuicio”, subrayó, entristecido, tras reflexionar por lo sucedido en el tramo final del encuentro, “por el sentimiento de odio” que se genera cuando se pierden los nervios “en el calor del momento”.
“¿Debería haberlo ignorado? No lo sé todavía, pero hoy con la cabeza fría digo que sí, pero en el momento, mis compañeros y yo pedimos ayuda a los árbitros y nos ignoraron… ¡Ese es el punto!“, remarcó el internacional con Brasil.
Para Neymar, todos los que están implicados en el “entretenimiento” que es el fútbol necesitan “reflexionar”. “Una acción llevó a una reacción y me llevó a lo que hice. Acepto mi castigo porque yo debería formar parte del deporte limpio, pero espero, por otro lado, que el agresor también sean castigado”, pidió.
“El racismo existe, pero tenemos que pararlo. Nunca más, ya es suficiente”, prosiguió. “El chico fue un idiota, y yo también actué como un idiota por dejar que me viese envuelto en eso. Todavía tengo el privilegio de mantener hoy la cabeza alta, pero todos debemos reflexionar que no todas las personas negras y blancas estamos en la misma condición. El daño por la confrontación puede ser desastroso para los dos lados”, aseveró.
El delantero lamentó la derrota ante el Marsella y su “falta de sabiduría”. “Estar en el centro de atención o ignorar un acto racista no ayudará, lo sé, pero pacificar este movimiento ‘antiracista’ es nuestra obligación para que así los menos privilegiados reciban naturalmente su defensa. Nos encontraremos de nuevo, tú sabes lo que dijiste, yo sé lo que hice”, sentenció Neymar.