Cuando todas las miradas estaban puestas en el Mundial de Qatar, desde Rusia llegó una lamentable alerta. Es que en el duelo por la Fase de Grupo de la Copa de Rusia entre el Zenit de St. Petersburgo y el Spartak Moscú hubo un insólito hecho.
Es que al final de los 90 minutos, que terminaron igualados, los jugadores de ambos equipos se enfrascaron en un violenta pelea. Todo comenzó cuando el colombiano Wilmar Barrios (Zenit) tuvo una calurosa discusión con Quincy Promes (Spartak). Ahí el árbitro intentó intervenir, pero una avalancha de jugadores llegó hasta el lugar para iniciar una violenta pelea a combos y patadas.
Cuando ya se calmaron los ánimos, el árbitro del partido, Vladimir Moskalev, mostró seis tarjetas rojas y el duelo pudo continuar. Llegando hasta lo penales, donde el Zenit se impuso por 4 a 2.
