El defensor del Manchester United y campeón mundial con Francia, Raphael Varane, sorprendió al mundo al revelar que dos de los peores partidos que jugó en los últimos 10 años, los disputó padeciendo una conmoción cerebral producida por distintos choques en la cabeza.
En entrevista con L’Équipe, el ex Real Madrid detalló que “Cuando miras los tres peores partidos de mi carrera, hay al menos dos en los que tuve una conmoción unos días antes“.
Cinco días de reposo y a jugar
Uno de ellos fue el 07 de agosto de 2020 en los octavos de final de la Champions League ante el Manchester City, llave en la que los Merengues terminaron eliminados. La conmoción cerebral que afectó a Varane durante dicha llave, según recordó el futbolista, se produjo el 03 de julio de ese año cuando tuvo que abandonar la cancha en el duelo ante el Getafe luego cabecear un córner.
Luego del encuentro, el francés estuvo cinco días sin realizar esfuerzos físicos y siguió los protocolos médicos para enfrentar la recuperación.
El otro encuentro fue en los cuartos de final de Mundial de 2014, cuando Francia sucumbió ante Alemania por 1-0. El choque que produjo dicha conmoción se produjo en los octavos de final de Brasil 2014 ante Nigeria. “Al inicio de la segunda parte, hubo un centro, golpeé la pelota con la sien y acabo mi carrera en la red de la portería rival. Finalicé el partido, pero estaba en modo ‘piloto automático’“, señaló Varane.
“Somos un poco soldados, duros ante el dolor“
Solo seis días después Francia debía enfrentar a Alemania y “El cuerpo técnico me pidió si estaba apto (para jugar). Estaba debilitado, pero finalmente jugué . Lo que nunca sabremos es qué hubiese pasado si hubiese vuelto a recibir un impacto en la cabeza. Cuando te dicen que las conmociones repetidas pueden tener un efecto mortal, entonces te planteas que puede salir muy mal“, añadió el francés.
El campeón del Mundial de 2018 con Francia reflexionó que “como futbolistas acostumbrados a jugar al más alto nivel, estás habituado al dolor, somos un poco soldados, duros ante el dolor, símbolos de la fuerza física, ya que son síntomas bastante invisibles”.
“Es necesario hablar de los peligros relacionados con el síndrome del segundo impacto (sufrir un nuevo traumatismo sin haberse recuperado) y la repetición de golpes como consecuencia del juego de cabeza”, añadió Varane.
“Mi hijo de 7 años juega al fútbol y le aconsejo que no cabecee el balón. Si no provoca un traumatismo inmediato, sabemos que, a largo plazo, los golpes repetidos pueden tener efectos perjudiciales”, sentenció.