El Bayer Leverkusen se recompuso de la dura caída a mitad de semana en la final de la Europa League y venció por la mínima al Kaiserslautern en la definición de la Copa de Alemania.
Granit Xhaka fue el autor del único gol del partido a los 17 minutos de partido, y el campeón de la Bundesliga tuvo que batallar más de la cuenta, ya que a los 44 minutos del primer tiempo Odilon Kossounou se fue expulsado.
Pese a estar con un hombre menos, los dirigidos por Xabi Alonso lograron controlar el partido y lograr su segundo título de la temporada, su cuarta Copa de Alemania.