El fútbol italiano se ve nuevamente afectado por un escándalo, esta vez relacionado con los ultras radicales de los equipos más importantes de Milán. La Fiscalía de Milán lleva a cabo una investigación sobre los actos violentos y delictivos cometidos por los líderes de las facciones más extremas de las aficiones del Inter de Milán y el AC Milan, en lo que se ha denominado el “Caso Ultras”.
En los próximos días, figuras destacadas como Simone Inzaghi (entrenador del Inter), Javier Zanetti (vicepresidente del club) y el exjugador Milan Skriniar, entre otros, acudirán a declarar ante la justicia. Aunque no están implicados como investigados, su testimonio es clave para esclarecer los hechos. La Fiscalía busca información que pueda arrojar luz sobre los contactos que estas personalidades del fútbol tuvieron con los cabecillas de las hinchadas radicales.
Investigación y operaciones en curso
El pasado lunes, las autoridades italianas realizaron una operación que resultó en la detención de 19 personas vinculadas a estos grupos ultras. La investigación abarca delitos graves como conspiración criminal, extorsión y lesiones, todos agravados por la utilización de métodos mafiosos. La Policía de Estado y la Guardia de Finanzas señalaron en un comunicado conjunto que la operación tiene como objetivo desarticular la estructura ilegal que domina los sectores más violentos de las hinchadas.
Aunque ni el Inter de Milán ni el AC Milan están directamente implicados como instituciones en la investigación, varios documentos obtenidos por las autoridades revelan contactos entre los detenidos y figuras relevantes del mundo del fútbol, lo que llevó a que estas personas a declarar.
Los roles de Inzaghi, Zanetti y Skriniar
Entre los testigos más importantes figuran Simone Inzaghi y Javier Zanetti, quienes, según las investigaciones, actuaron como mediadores con los ultras del Inter para negociar la concesión de entradas para la final de la Champions League. Los líderes radicales habrían amenazado con no animar al equipo en la final de la Copa Italia si sus demandas no eran atendidas.
Por otro lado, el caso de Milan Skriniar involucra una situación más personal. El defensa eslovaco recibió presiones de los ultras para explicar su futuro contractual cuando todavía estaba en el Inter, antes de su partida al PSG como agente libre. Según informes, Skriniar se vio obligado a reunirse con los líderes ultras para evitar represalias.
Este caso ha generado una gran conmoción en el fútbol italiano, ya que revela la presión que los ultras radicales ejercen sobre clubes y jugadores, extendiendo su influencia más allá de las gradas y afectando decisiones dentro del campo.
