El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) emitió un fallo que sacude los cimientos de las normativas de la FIFA en materia de transferencias de futbolistas, al considerar que ciertas disposiciones son contrarias al derecho europeo. Esta decisión podría obligar al organismo rector del fútbol mundial a modificar su reglamento, afectando directamente el funcionamiento del mercado de fichajes internacional.
El fallo se centra en los artículos 17.4 y 17.5 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ) de la FIFA, los cuales, según el tribunal, obstaculizan la libre circulación de los jugadores y restringen la competencia entre los clubes. En su decisión, los jueces europeos argumentan que estas normas pueden generar consecuencias jurídicas, económicas y deportivas imprevisibles para los jugadores y los equipos, lo que supone un freno para las transferencias internacionales.
El caso de Lassana Diarra y su impacto en la FIFA
El origen de esta decisión radica en el caso del exfutbolista francés Lassana Diarra, quien militó en equipos como Chelsea, Arsenal y Real Madrid. Tras dejar el club ruso FK Anzhí Majachkalá, fichó por el Lokomotiv de Moscú en 2013. Un año después, el club ruso resolvió unilateralmente su contrato, alegando un supuesto incumplimiento. Diarra respondió reclamando los salarios adeudados, lo que dio pie a una larga disputa legal.
El TJUE considera que las reglas actuales de la FIFA, que imponen sanciones a jugadores y clubes en casos de resolución de contrato sin justa causa, van en contra de los principios de la libre circulación de trabajadores dentro de la Unión Europea. Estas sanciones, que incluyen la solidaridad de los clubes al pagar indemnizaciones y la posibilidad de bloquear los traspasos hasta que se resuelvan los litigios, han sido consideradas excesivas por el tribunal.
Posibles cambios en el panorama del fútbol europeo
La decisión del TJUE marca un precedente que podría transformar el mercado de fichajes en Europa y más allá. Al eliminar las restricciones que la FIFA impone en casos de rupturas contractuales, los clubes podrían verse liberados de grandes riesgos económicos, permitiéndoles fichar jugadores con mayor libertad. Además, los futbolistas tendrían más flexibilidad para rescindir contratos sin enfrentar las severas penalizaciones actuales.
El tribunal argumentó que estas reglas no solo obstaculizan la movilidad de los futbolistas, sino que también limitan la competencia entre los clubes al evitar que se hagan con jugadores formados en otras entidades. Este tipo de restricciones ha sido comparado con “pactos de no captación”, que podrían asfixiar la competencia transfronteriza en el fútbol profesional.
Impacto a largo plazo
Aunque la FIFA defiende estas regulaciones para garantizar la estabilidad de las plantillas y mantener la regularidad de las competiciones, el TJUE ha dejado claro que algunas de estas normas exceden lo necesario para cumplir estos objetivos. En consecuencia, la organización dirigida por Gianni Infantino podría verse obligada a reformar su reglamento de transferencias para alinearse con la legislación europea.
El Tribunal de Apelación de Mons, en Francia, será el encargado de aplicar la orientación del TJUE en el caso de Diarra. No obstante, el alcance de este fallo será mucho más amplio, estableciendo una jurisprudencia que afectará a todos los clubes y futbolistas dentro de la Unión Europea, e incluso a nivel global.