Un polémico gesto delante de 80.000 personas en el estadio y millones de telespectadores: el cantante británico Robbie Williams levantó el tercer dedo de una de sus manos, dirigiéndose a una cámara, durante su concierto en la ceremonia de apertura del Mundial 2018, lo que generó revuelo en las redes sociales.
Era sin duda la gran estrella este jueves en los prolegómenos del partido inaugural del torneo, Rusia-Arabia Saudí (5-0), y fue aclamado por los espectadores en un ‘show’ en presencia del presidente ruso, Vladimir Putin, y de los grandes dirigentes del fútbol mundial, con el patrón de la FIFA Gianni Infantino al frente.
Camisa negra, pantalón y chaqueta rojos, peinado cuidado y movimientos endiablados: todo parecía seguir lo previsto con el exintegrante de Take That, que tiene ahora 44 años, hasta que llegó la sorpresa con ese gesto, que realizó justo tras pronunciar “I did this for free” (Lo hice gratuitamente), cambiando la letra de su ‘hit’ “Rock DJ”.
La imagen no pasó desapercibida especialmente por los internautas, que lo convirtieron en tema de debate en las redes sociales, en un contexto diplomático especialmente tenso entre el Reino Unido y Rusia, desde el envenenamiento del ex espía ruso Sergei Skripal.
Robbie Williams había afirmado el lunes que iba a cumplir un “sueño de infancia” actuando en la inauguración de un Mundial de fútbol. En su país fue criticado por aceptar esta actuación en Moscú.
Un diputado laborista que sigue el asunto del envenenamiento de Skripal, Stephen Doughty, dijo estar “sorprendido y decepcionado” con Williams por haber “aceptado cobrar de Rusia y de la FIFA”.
La primera ministra británica, Theresa May, anunció en marzo que ningún ministro o miembro de la Familia Real del país acudirá al Mundial tras la muerte de Skripal y su hija, que Londres atribuye a Moscú.