Julio César Rodríguez reveló un inesperado y sorpresivo dato de su vida en el matinal “Contigo en la mañana” de Chilevisión relacionado con el llamado “psicópata de Placilla”.
“Nunca he contado esto. Lo haré por primera vez”, comenzó diciendo.
“Erasmo Moena fue compañero mío de colegio entre primero y cuarto medio. No estábamos en el mismo curso, yo estaba en el biólogo y él en el matemático”, dijo, respecto al Colegio San Pedro Nolasco, en Concepción.
“No era compañero de sala ni de banco, pero era una generación que venía toda junta y éramos todos amigos de alguna u otra forma. Era una persona muy callada y solitaria, muy bajo perfil. Yo nunca me acordé de él hasta que mis compañeros me vinieron a hacer memoria”, agregó el rostro de Chilevisión.
Recuerda que era “flaquito, no tan alto, el pelo bien rubio y corte de bacinica y largo como príncipe. Era bien introvertido, con los hombres casi no hablaba, le iba bien en el colegio me dicen acá, y era bien introvertido con los hombres y a las mujeres las molestaba”.
Erasmo Moena Pinto, nombre del ‘psicópata de Placilla’, era un muy buen alumno y provenía de una familia bien constituida, donde no había antecedentes de maltrato.
En mayo de 2011, el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar lo condenó a más de 60 años de cárcel por los crímenes de dos mujeres en la ciudad jardín. En específico, presidio perpetuo calificado (40 años) por el delito de Violación con Homicidio de Loreto López y presidio perpetuo simple (20 años) por Homicidio Calificado de Andrea Quappe.
Las víctimas viajaron en abril de 2010 desde Santiago a la ciudad jardín, por una supuesta oferta de trabajo, engaño que permitió al condenado cometer las agresiones. Previo a estos delitos, Erasmo ya había cometido otros, por los que ya había pagado con la cárcel.
El psiquiatra forense Italo Sigala, del Servicio Médico Legal de Santiago, doctor especialista en estos casos y que estuvo a cargo del examen mental de Moena Pinto, lo describió como narcisista, antisocial y sádico. Además, aseguró que tenía una inteligencia muy alta y una gran capacidad de convencimiento y de empatía con las personas que son de su interés, lo que habría facilitado el contacto con las mujeres, a las que habría dado muerte de forma indiferente y violenta, debido a sus trastornos psicológicos.