El pasado domingo se transmitió el tercer capítulo de la nueva temporada de “Contra viento y marea”. Durante la emisión, se dio a conocer la historia de Carina y Cristián, quienes anhelaban cumplir el sueño de su vida: casarse y hacer feliz a su pequeña hija Dominga, quien, a sus 2 años, sufre una extraña enfermedad genética de la que se sabe muy poco o casi nada. Enfermedad que, desde ese lugar, no tiene cobertura, diagnóstico ni tratamiento.
Cuando Dominga tenía 10 meses de vida comenzó a experimentar extrañas inflamaciones y erosiones en la piel que le generaban gran dolor. Hasta el momento se desconoce a ciencia cierta lo que tiene, sólo se sabe que es una “enfermedad rara” y de origen genético. Estos padres no descansan para llegar a un diagnóstico más certero y, con mucho esfuerzo, logran juntar recursos para los carísimos exámenes que le deben realizar a su hija y que son enviados al extranjero para obtener resultados que podrían tardar seis meses o más.
El desafío que tuvo “Pancho” Saavedra en esta nueva edición de “Contra viento y marea” fue entregarles grandes momentos de felicidad para Carina y Cristián, y que culminó con la celebración de un gran matrimonio. Pero antes de eso, el equipo de docurealidad le regaló una hermosa y gran casa de muñecas rosada a la pequeña Dominga para verla feliz.
Además, el querido animador de Canal 13 tuvo que ponerse gorro y guantes para ayudar a la pareja a vender completos, actividad que realizan regularmente para recaudar el dinero que necesitan para los medicamentos de la niña.
Pero no todo fue felicidad en esta nueva historia de amor, ya que estos novios han tenido que lidiar con fuertes conflictos familiares que involucran al abuelo paterno de Dominga. En este episodio quedó demostrado que él no quiere que su hijo esté con Carina y les dio la espalda a la pareja y a su propia nieta.
Al momento de encarar al suegro de la novia, Francisco Saavedra vivió un encuentro de mucha tensión, intentando de convencer al padre de Cristián que no era tarde para empezar una relación con su nieta, y de paso, con su nuera. Pero el suegro de Carina, pretendiendo excusarse de querer alguna relación con su nieta, le señaló al conductor de este espacio que “no puede ser tan cínico de amar a una persona que no conoce. Le digo que es cínico en su cara”. Finalmente el abuelo, quien se había comprometido a cambiar de actitud e ir al matrimonio de su hijo, no llegó a la ceremonia, causando la pena de Carina.
Hacia el final del capítulo, se pudo conocer los resultados de los exámenes de Dominga que llegaron desde Alemania. La pequeña tiene un síndrome autoinflamatorio y se sigue en la búsqueda de soluciones para paliar su enfermedad, partiendo por tener que recurrir a un medicamento para superar sus crisis, el cual cuesta una alta suma de dinero: un millón 800 mil pesos al mes. El programa, en tanto, se comprometió a entregarlo si lo necesita de manera urgente.
Los recién casados Carina y Cristián hablaron con el animador a dos meses de su matrimonio y recibieron virtualmente al Ministro Secretario General de Gobierno, Jaime Bellolio. El Secretario de Estado les dijo que se crearía una cobertura para enfermedades raras y/o poco frecuentes dentro de la Ley Ricarte Soto, además de abrirles las puertas para poder juntarse con Paula Daza, Subsecretaria de Salud Pública.