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Rafael Araneda repasó el violento asalto que sufrió en Chile: “Sentía que no podía proteger a los míos”

Rafael Araneda repasó el violento asalto que sufrió en Chile: “Sentía que no podía proteger a los míos”
Captura Canal 13

En un nuevo capítulo de “De Tú a Tú”, programa de conversación que conduce Martín Cárcamo, se contó con Rafael Araneda, quien repasó diversos aspectos de su vida, que ahora se desarrolla en Estados Unidos.

Uno de los aspectos que tocó vivir en Estados Unidos, dejando el éxito que tuvo en Chile, ante lo cual explicó que uno de los detonantes fue el asalto que sufrió en su casa en Santiago.

Tuvimos un asalto súper violento y de ver que esto se empieza a hacer súper habitual… es de todos los días, uno no puede vivir así”, inició el animador.

Luego continuó: “Yo, teniendo reja, doble reja, alarma, ¿qué pasa para los que no? (…) De partida no es portonazo, es invasión a la propiedad privada, aquí se habla de portonazo…“.

Tras esto detalló que seis personas entraron a su casa: “Tenían apuntados con pistolas y con cuchillos a mis hijos, súper valientes además los hueones“.

“A Vicente le ponen una pistola en la cabeza, a la Florencia acá (apunta a su abdomen), las tenían en otro sector con la Marcela”, añadió.

En este sentido señaló que su reacción en el momento fue “angustia, angustia total, veía todo esto en cámara lenta. Yo me quería morir y no podía hacer nada. Sentía que no podía proteger a los míos“.

“Estaba para proteger y yo no los podía proteger, porque otro hueón me tenía un arma acá (señala el abdomen)”, expresó.

Así, Araneda señaló que entregó todo con paciencia, pero cree que lo acompañó su padre, ya que no les pasó nada respecto a lo físico.

No obstante, en el aspecto emocional, señaló que “duele mucho, todos fuimos al psicólogo, yo fui al psiquiatra, cada uno vive su proceso de manera distinta“.

Finalmente se refirió al proceso judicial luego de que atraparan a los criminales, proceso que definió como “nada justo”. “La víctima le tiene que dar la cara a estos hueones, ellos tienen el derecho de quedarse callados. La víctima tiene que hablar, la víctima tiene que apuntar, la víctima lo tiene que tener ahí al frente, mi hija tuvo que verlos nuevamente“.