Todo un descargo fue el que realizó la actriz Tutú Vidaurre a través de las redes sociales, días después que se diera a conocer la nueva condena que recibió el cineasta Nicolás López, luego que la Corte Suprema acogiera parcialmente un recurso de nulidad, presentado por su defensa, tras ser declarado culpable por dos delitos de abuso sexual.
Fue el pasado lunes donde se condenó al cineasta a cumplir dos penas de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, pero no en la cárcel, sino que bajo libertad vigilada intensiva.
Este dictamen no dejó indiferente a Tutú Vidaurre, quien fue una de las víctimas del director de cine, cuando tenía solo 17 años.
“Este lunes 6 de febrero se le puso punto final a un largo periodo de ocho años de mi vida, en donde los últimos 5 años se trataron en gran parte de defender mi nombre ante los medios de comunicación, un gran equipo de abogados y prensa que difundían a un hombre muchísimo más poderoso (en cada sentido de la palabra) que yo“, inició señalando la también ex “MasterChef” en su cuenta de Instagram.
“Me quedó un sabor amargo”
Luego prosiguió: “Otro gran parte del tiempo, se trató de intentar mantener y encontrar trabajo habiendo denunciado a uno de los directores más poderosos de nuestro país. La tarde restante de ese tiempo estuve maniobrando fuertemente por mantenerme en pie, y sana. Logré encontrar -en parte- la felicidad en mi familia, la naturaleza y amistades. Entiendo que probablemente no volvería a tener trabajo en lo que más me ha apasionado, actuar”.
Tras esto, se refirió a la situación del cineasta: “Con respecto al resultado, estoy conforme con que Nicolás López sea culpable, tanto en el juicio de Viña del Mar, como en la corte Suprema de Chile. Pero por otro lado, me quedo con un sabor amargo en otros aspectos, como por ejemplo, que en Chile se le considere culpable al autor de dos delitos sexuales probados (más otros tantos que no pudieron probarse en tribunales, víctimas a quienes les creo), y se le de una pena tipo ‘libertad vigilada'”.
Solo queda preguntarme: ’¿De dónde saca la fortaleza una víctima de abuso, sin apoyo ni dinero para mantener una denuncia, querella o mucho menos juicio?’, ‘¿realmente esperan que hablen o que crean en la justicia chilena?“, añadió.
Por último, de igual manera recomendó a víctimas de estos delitos, “hablar, porque la verdad siempre debe ir por delante, y porque cuando vives un episodio traumático y te paras por ti mismo para defenderte, te das cuenta de que nadie volverá a pasar por sobre ti y eso es suficientemente sanador y gratificante como para que valga la pena hacerlo”.
