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Pedro Ruminot estará en “De tú a tú” y hablará sobre su compleja experiencia tras creer erróneamente que tenía VIH

Pedro Ruminot estará en “De tú a tú” y hablará sobre su compleja experiencia tras creer erróneamente que tenía VIH
Canal 13

Esta noche, el comediante Pedro Ruminot será el invitado del segundo capítulo de la cuarta temporada de “De tú a tú” después de “Teletrece central” por las pantallas del 13. Bajo la conducción de Martín Cárcamo, el programa tendrá al ex “Club de la comedia” repasando los mayores hitos de su vida.

Entre ellos, Pedro recordará su infancia en Maipú, donde fue criado principalmente por su abuela y con una vida muy errante, ya que su padre no aportaba a la casa.

“La situación económica fue siempre mala. Era un muy mal papá, un gallo muy difícil, muy complicado. De adulto me doy cuenta que a lo mejor nunca me quiso. Nunca hubo un gesto de cariño de su parte hasta que salí en la tele, y eso es más triste aún. Era muy difícil vivir con él en esa casa. A los 13 años le dije a mi mamá que no quería vivir ahí, y me dijo que me iba a arrendar una pieza, cuando la decisión correcta debió haber sido ‘Me separo’. Al final apenas recibí el segundo sueldo, me fui arrancando de ese tipo. Espero nunca más saber nada de él”, manifestará el también integrante de “Socios de la parrilla”.

Incluso había episodios de violencia. “Era un tipo muy violento verbal y psicológicamente. Lo enfrenté algunas veces, al nivel ‘Vamos a pelear afuera’, porque echaba a mi abuelita de la casa, le decía que era una allegada y no tenía que estar ahí, y lo mismo hacía conmigo. La última vez que hablé con él fue porque mi mamá y mi sobrina me dijeron que tenían miedo de que les pegara. Entonces lo llamé por teléfono y le dije que si las tocaba yo iba a reaccionar. Yo creo que en mi familia todavía no dimensionan dónde estuvimos metidos, con qué ser estuvimos viviendo. Estar con él era vivir con el enemigo”, recordará Pedro.

Tristemente, Ruminot rememorará una conversación que tuvo con su mamá años después, cuando finalmente sus padres se separaron. “Ese día invité a mi mamá a comer algo para festejar, y le pregunté si soy realmente hijo de él o no. Me dijo que sí, pero lo único que yo quería era que me dijera que no. Quería encontrar un papá, aunque fuera un cacho, un viejo curado, pero un papá, el que esperé siempre”, se lamentará.

El cáncer inoportuno

Ruminot recordará también el severo cáncer que sufrió justo cuando Chilevisión aprobó el proyecto de “El club de la comedia”. “Al fin habíamos logrado nuestro programa y yo arrastraba una tos bien jodida. Tras varios diagnósticos malos pido radiografías y me encontraron una hernia, un soplo al corazón y un tumor de 25 centímetros en el pecho. Llevábamos una semana grabando, y me diagnostican el cáncer”, contará, puntualizando que se trató de un cáncer testicular germinal.

Nació ahí y se alojó en mi pecho cuando nací, es de familia, la mayoría de mi familia se ha muerto de cáncer. Es un cáncer rarísimo, no ocurre a menudo, es uno cada 10 años”, explicará. Cuando lo dejaron internado, los pronósticos fueron muy negativos.

“Me dijeron ‘Te quedan 15 días de vida, no más que eso’. Con esa noticia entré en una sala común con 20 abuelitos. Fue un día muy duro. Lloré mucho, era esa sensación de que me voy a morir y no hice nada, no viajé, no hice películas, libros, la lista que escribimos cuando chicos con Freire”, asegurará.

Sin embargo, recordando una experiencia que sufrió cuando niño, cuando estuvo a punto de morir ahogado en la playa, hizo gala de todo su optimismo. “Al segundo día dije ‘no me voy a morir’. Entonces volví a trabajar, nunca dejé de hacerlo, aunque vomitaba todo el día con la quimio. Yo creo que me salvó harto tener trabajo, pese a que me sentía horrible, porque para mí detenerme o echarme en la cama era morir”, manifestará a Martín Cárcamo.

Tras la quimioterapia, sobrellevó una operación a corazón abierto para extraer el tumor. Sin embargo, ocurrió algo inesperado. “Me abrieron y no encontraron tumor, sino una cicatriz de tumor, quiere decir que se secó con las quimio. Los doctores me dijeron que eso era un milagro, no tenían forma de explicarlo. La operación duraba 4 horas pero duró 45 minutos. A los cinco días estaba trabajando de nuevo. Llegué a grabar de sorpresa al canal, me creció el pelo al tiro, a los tres años pude tener un hijo y ningún pronóstico que me hicieron se cumplió”, indicará el comediante.

El susto del VIH

Queriendo ser padres juntos, Alison Mandel y Pedro Ruminot se dieron cuenta de que no iba a ser fácil. “Lo intentamos mucho de manera natural, pero no se pudo. Nos hicimos exámenes y resulta que yo soy fértil, Alison por su lado también, pero no se juntaban, el espermatozoide estaba en Maipú y el óvulo en Ñuñoa. Los tuvieron que juntar en el laboratorio”, explicará riendo Pedro acerca de su hijo Baltazar, que fue engendrado in vitro, y que ahora tiene 4 años.

Adicionalmente, el comediante revelará un fuerte susto que ambos pasaron antes del procedimiento, cuando se hicieron los exámenes de sangre.

“A la Alison le dijeron que hay un examen que estaba retenido, el del VIH. Y cuando se lo entregaron, era positivo”, narrará, contando que tuvo que tener una tensa conversación con su esposa al respecto.

“Ella llegó a la casa, fuimos al auto y empezamos a conversar. Me preguntó ‘¿Con quién me cag…?’, y puros garabatos. Y yo le decía: ‘Con nadie ¿Y tú? ¿Me has cag…?’. Era ese nivel de conversación”, revivirá en el espacio de conversación del 13.

De inmediato fueron a la clínica para que Alison se repitiera el examen. “Yo iba en el auto pensando: ‘¿Cómo es posible? Tuve cáncer, ahora tengo VIH. He tenido todas las enfermedades’. Recuerdo que le dije: ‘Si realmente lo tienes, no importa, tengamos, nos morimos los dos. No me importa’. Era horrible, ella lloraba”, rememorará.

Finalmente, justo mientras se tomaba la nueva muestra, sonó el celular de Alison con una inesperada noticia. “Le dicen ‘Nos equivocamos, es parte de un falso positivo y la señora que se lo entregó se equivocó porque se lo entregó antes de la contramuestra. Le pedimos todas las disculpas’. Y ella ya tenía metida la otra aguja para repetir el examen”, contará sobre esta compleja experiencia médica.