Carolina de Moras, conocida figura de la televisión chilena, abrió su corazón en el podcast “Dale Color” de Eugenia Lemos.
La exanimadora del Festival de Viña del Mar compartió detalles íntimos sobre los desafíos que enfrentó en su carrera.
“A mí me ha costado mucho en este medio, porque han sido súper injustos conmigo”, confesó De Moras. La modelo convertida en presentadora enfatizó que no se trata de victimizarse, sino de reconocer las dificultades que ha superado.
Carolina destacó cómo las etiquetas y prejuicios la desafiaron constantemente. “Siempre se me han puesto perchas, así como ‘no es que es muy linda, es que ella era modelo'”, relató, explicando cómo estas percepciones la motivaron a trabajar más duro.
La dura preparación de Carolina de Moras para el Festival de Viña del Mar
La preparación para el Festival de Viña fue intensa y multifacética. “Trabajé con la Maitén Montenegro, con Claudia Berger, con una fonoaudióloga y con un periodista”, reveló De Moras, describiendo un riguroso régimen que incluyó clases de teatro y danza.
“Te mueres como trabajé, llegaba a llorar”, compartió Carolina, recordando los momentos difíciles de su preparación.
De Moras reconoció la complejidad del Festival de Viña. “El festival no es un escenario fácil, es un escenario complejo”, afirmó, destacando la necesidad de tenacidad y autocontrol frente a “El Monstruo”, el famoso público del certamen.
La exanimadora recordó con pesar los prejuicios y críticas que enfrentó en su primer año. “Habían lecturas de la prensa, opinólogos que hablaban, programas de televisión que apostaban, ‘ella es pésima’, ‘lo hace pésimo'”, compartió Carolina.
A pesar de las duras críticas, De Moras perseveró. “Cuando empiezas a demostrar que puedes hacerlo, que lo haces, que lo tratas de hacer, que eres humilde, que estás tratando de aprender”, explicó, describiendo su proceso de crecimiento y mejora.
Carolina recordó con dolor algunos comentarios particularmente hirientes. “Comentaristas mujeres que decían ‘¡ay!, pero qué vergüenza la Carola de Moras, yo fuera su hija me muero de vergüenza de que sea mi madre'”, citó, expresando.
Sin embargo, la experiencia de De Moras en Viña no fue solo negativa. “El último año, lo pasé increíble, me relajé, disfruté, bailaba, cantaba, entendía el escenario”, compartió.
Carolina destacó la complejidad única del Festival de Viña. “Es un escenario con público vivo, que exige y con tiempos televisivos; entonces, esa sinergia que tiene que producirse, no es tan fácil”, explicó, subrayando la habilidad necesaria para triunfar.
Como recuerdo de su paso por Viña, De Moras guarda todos los vestidos que usó. “Tengo todos los vestidos guardados en unas cajitas”, reveló, añadiendo que tuvo que recurrir a la ayuda de un amigo para almacenarlos debido a la falta de espacio.