Entretención

Pedro Alonso revelará su vertiente espiritual en “De tú a tú”: protagonista de “La casa de papel” hablará de sus rituales chamánicos

Pedro Alonso revelará su vertiente espiritual en “De tú a tú”: protagonista de “La casa de papel” hablará de sus rituales chamánicos
Canal 13

Esta noche después de “Teletrece central”, un nuevo capítulo de la cuarta temporada de “De tú a tú” por el 13 tendrá al actor de series como “La casa de papel” y “Gran Hotel”, el español Pedro Alonso.

El capítulo se llevará a cabo en la casa de Martín Cárcamo, donde el intérprete, de 53 años, llegará sorprendido por el frío de la capital chilena. Al respecto, justo antes de entrar, Alonso recordará cómo fue que conoció a Cárcamo.

“El día que llegué a Chile me fui a una fiesta, tenía frío y llegó un personaje llamado Martín que me echó una manta por encima. Voy a verle porque alguien que me cuida así de bien tiene que ser un gran anfitrión”, relatará.

Hijo de zapateros

Nacido en Vigo, Galicia, ciudad pesquera e industrial, el artista le contará a Cárcamo que se crió con sus padres y con sus hermanos Toño y Pablo. Según recordará, su madre siempre se quejó de vivir en una casa llena de hombres. “Me decía ‘Tú tendrías que haber sido niña’”, reirá.

Su padre provenía de un pequeño pueblo gallego, y vivió muchos años en Sudamérica. “A los 17 años y con una caja de cartón cruzó el océano para salir de la pobreza. Estuvo un año en Brasil y se fue a Venezuela, estuvo 18 años allá. Por eso decía palabras como ‘chévere’”, revelará el actor. 

A su regreso a España, conoció a su madre, se casaron y se instalaron con negocios de zapatos. Según el actor, siempre los vio trabajando duro. “No hubo artistas en mi familia. Mi padre no entendía algunas de las cosas que yo hacía, muchas veces decía que le ha salido un tío raro de hijo. En su generación la profesión de actor generaba muchos prejuicios”, reconocerá. 

Finalmente, su padre falleció hace cerca de 10 años de cáncer. “Fue un proceso largo, le hicieron un poco de quimio y me lo llevé a casa. Tuvo una muerte larga, pero pienso que fue una forma hermosa de encararlo. Fue muy importante para mí estar presente, y creo que al final nos entendimos mejor”, recordará el actor.

Su vida como “Berlín”

Su carrera en la actuación partió tempranamente en la televisión local gallega. “Empecé arrasando. No tenía idea, y casting que iba, me ponían de protagonista”, reconocerá Pedro. Sin embargo, un tiempo después tuvo una dura caída cuando las ofertas laborales desaparecieron.

“A los 32 tenía una hija de 4 años y empecé a perder trabajos y no me resultaba nada. Estaba hundido en la miseria, arruinado, frustrado y convencido de que la profesión había pasado para mí”, recordará. Tras tomarse un tiempo para regresar a Galicia donde sus padres, retomó fuerzas para regresar a los casting.

Su primer gran éxito vino en 2008 con la serie “Padre Casares”, que lo hizo famoso en Galicia. Y en 2011 dio el gran golpe con una serie ya de alcance nacional, “Gran Hotel”, donde interpretó al director de dicho establecimiento, “Diego Murquía”. “Ese fue mi regreso a la televisión en Madrid y mi primer personaje maduro y turbio. Era un tío más poliédrico e inquietante, y durante varios años me tocaron más personajes así. Me gusta más lo paradójico, porque entiendo que la vida no es sólo blanco o negro. Tengo ese gusto por la ambivalencia”, indicará Alonso.

Nada de lo anterior lo preparó para el que terminaría siendo su rol más conocido, “Berlín”, el brillante y narcisista ladrón de la exitosa serie española “La casa de papel”. Según recordará el actor, la serie demoró en ser un fenómeno, y sólo encontró su público cuando debutó en Netflix. “Ahí vino la tormenta perfecta, porque no era una serie para televisión generalista, tenía un nicho. Y me cambió la vida”, reconocerá.

La fama abrumó un poco a Pedro, quien tuvo que acostumbrarse a ser celebridad. Al respecto, recordará que su primera experiencia fue cuando visitó un museo. “Estaba viendo el David de Miguel Ángel en Florencia, y le hice fotos y lo grabé, muchos otros estaban haciéndolo. De repente veo que una persona se gira, me mira y me empieza a grabarme a mí. Y de pronto se gira el museo entero. Y pienso que es una locura. Y empezó a pasar más, exponencialmente, y vimos que la cosa se estaba poniendo loca, fuera de nuestra previsión. He visto hasta pastillas con nuestras caras”, contará.

Consultado por su manera de afrontar la fama, el intérprete sostendrá que intenta mantener los pies sobre la tierra. “Estoy viviendo el año y medio más olímpico de mi vida. Tengo miedo a no estar atento y que la vida se pase sin enterarme. Por eso trato de no dar nada por sentado y de vivir plenamente el momento en el que estoy, trato de devolver lo mejor. Quiero utilizar lo bueno que me está pasando para hacer las cosas de una forma que me haga sentir honrado en el día a día”, explicará, agregando que es frecuente en él, cada cierto tiempo, irse al campo o a la montaña para huir de la exposición.

Actualmente el actor se encuentra inmerso en la producción del nuevo ciclo de “Berlín”, serie precuela de “La casa de papel”, centrada en su personaje.

Actor y chamán

Según contará el actor, tiene una vertiente espiritual muy significativa, que empezó a explorar en su adolescencia y luego a los 23 años, cuando viajó a Norteamérica para zambullirse en los ritos chamánicos de las tribus.

“He sido curioso toda la vida. Me puse a leer mucho sobre esoterismo, me leí a Carlos Castañeda entero. A los 23 años por alguna razón hice un ayuno de cuatro días y cuatro noches en la montaña. Fue una experiencia que me impactó muchísimo y desde entonces hago un ayuno anual, aunque nunca lo he vuelto a hacer sin agua, porque es peligroso y tu sistema perceptivo se altera”, indicará. 

Asimismo, ha participado en ceremonias de ritual de paso, la más importante de ellas en un viaje a México. “Ahí me metí en una ceremonia donde me pegué un viaje muy fuerte. Ahí se me abrió la puerta del chamanismo, con la ayuda de plantas ancestrales, y en los últimos años he trabajado mucho con eso. Desde entonces se me ha confirmado que es obvio que estamos de paso en este mundo y he descubierto una vida de conocimiento”, contará, agregando que incluso ha estado en ceremonias de consumo de ayahuasca.

“Las medicinas ancestrales te ayudan a limpiar la casa, limpieza espiritual y autoconocimiento. Según estas culturas cualquier planta es medicina, ya sea que te mate o te cure, si encuentras la dosis justa. Es una relación milenaria con la naturaleza. Además están los trances estáticos y visionarios, que son entrenamientos para estar más conectado contigo mismo y con la naturaleza. La gente dice que las drogas son una forma de alucinar y flipar, pero en este contexto son una forma de aprendizaje, tienes un maestro que te cuida y te ayuda a sostener ese viaje de autoconocimiento integral. Estas exploraciones son un pilar fundamental de lo que yo soy”, explicará.

Fue en ese tipo de exploraciones que conoció a Tatiana, su pareja, quien es hipnoterapeuta. “Ella me ha hecho cuatro regresiones. Lo acepté porque me dio mucha confianza”, confesará el actor. 

“Pinto mal pero lo paso muy bien”

Otra de las grandes pasiones del intérprete de “Berlín” es la pintura, arte que descubrió hace unos 20 años.

“Se ha convertido en uno de los pilares absolutos de mi vida. Yo pinto todo el rato, si tengo que trabajar, pinto; si te vengo a ver, pinto; si estudio, pinto; si escribo, pinto. Al principio pintaba cosas más figurativas, retratos, pero me he puesto más expresionista. Yo pinto mal pero lo paso muy bien”, se definirá el actor, añadiendo que para él es una forma intuitiva de conectarse.

Incluso le hará un retrato al mismo Martín Cárcamo, usando su técnica, con un lápiz en cada mano. El animador, sorprendido con el resultado, asegurará que va a enmarcar el dibujo.