Hace unos días, se emitió el último capítulo de la cuarta temporada de De tú a tú, el exitoso programa de entrevistas conducido por Martín Cárcamo.
En esta emotiva entrega, la actriz y directora de teatro Anita Reeves compartió recuerdos profundos y conmovedores sobre su vida personal y profesional, destacando especialmente su estrecha amistad con el fallecido animador Felipe Camiroaga.
Durante la conversación, la actriz abrió las puertas de su hogar en Chicureo, el cual, durante muchos años, colindó con la casa de Camiroaga, separadas únicamente por un cerco de plantas.
Anita reveló que fue ella quien llevó a Felipe a vivir a esa zona: “Yo lo traje para acá. Le conté que me había comprado este sitio y cuando vino a verlo, le fascinó”, comentó.
La íntima relación de Anita Reeves con Felipe Camiroaga
Reeves y Camiroaga compartieron una profunda amistad que iba más allá de ser simplemente vecinos. La actriz recordó con mucho cariño las visitas de Felipe, quien a menudo llegaba acompañado de su halcón, una imagen que se volvió parte de su complicidad.
“Éramos cómplices, teníamos una complicidad con mucho sentido del humor y extraordinariamente respetuosa”, relató.
Entre anécdotas, Reeves bromeó sobre cómo evitaba preguntar detalles sobre la vida amorosa de Felipe: “Yo me hacía bien la lesa cuando lo veía con alguna señorita o señora”, comentó, demostrando que siempre respetaron sus espacios personales, aunque su amistad era muy cercana.
El doloroso adiós a un amigo querido
Uno de los momentos más emotivos del programa fue cuando Anita Reeves habló sobre la trágica muerte de Camiroaga en 2011.
Con nostalgia, recordó cómo los aviones y halcones sobrevolaron la zona tras el accidente aéreo que le quitó la vida al popular animador.
“Yo estaba acá sola, esperando que pasaran”, dijo, aludiendo al doloroso momento en que tomó conciencia de su partida.
Además, Anita compartió cómo se enteró de la noticia mientras estaba a punto de subir al escenario para la obra La casa de Bernarda Alba.
En medio de la conmoción, decidió negar la realidad por un tiempo: “Me dije, ‘Felipe debe estar tratando de ayudar a alguien o buscando una salida’”, confesó, recordando el optimismo y fortaleza que siempre veía en él.
Con profunda emoción, Reeves concluyó el tema describiendo a su amigo con una frase cargada de afecto: “Felipe era un bello, encantador y generoso animal”, una declaración que reflejó el cariño y respeto que ambos se profesaban.