La separación entre Pampita y Roberto García Moritán ha desatado una ola de controversias que van mucho más allá de lo que los medios habían anticipado.
Aunque la pareja parecía estar en su mejor momento frente a las cámaras, los recientes testimonios de sus vecinos del exclusivo barrio Nordelta Golf Club han dejado al descubierto una historia diferente, repleta de tensiones y disputas.
La ruptura fue confirmada por García Moritán, quien declaró públicamente que la decisión de separarse se había tomado mucho antes de lo que se pensaba.
“Hace un tiempo que Carolina y yo decidimos tomar caminos separados, siempre priorizando el bienestar de nuestra familia”, explicó el empresario y político.
Sin embargo, las versiones no coinciden. Pampita, en una respuesta directa, aseguró que todo sucedió de manera abrupta el pasado 20 de septiembre.
“Ese día me enteré de todo y fue cuando me separé”, afirmó, dejando en claro que no había existido una distancia previa entre ellos.
Para respaldar su versión, Pampita reveló conversaciones privadas con su exmarido que mostraban intercambios cariñosos hasta pocos días antes de la fecha mencionada, lo que hizo dudar de las declaraciones de García Moritán y añadió un giro aún más confuso a la historia.
Los gritos en el hogar de Pampita y Roberto García Moritán
A medida que las noticias del quiebre se difundieron, vecinos del lujoso barrio donde vivía la pareja comenzaron a compartir detalles que han dado una imagen menos idealizada de su convivencia.
En una conversación con el programa “A la Tarde”, un residente que prefirió mantenerse en el anonimato reveló que, detrás de las puertas cerradas, la relación entre Pampita y Roberto era mucho más volátil de lo que aparentaba.
“No era la pareja perfecta que veíamos en la tele. Las discusiones eran frecuentes, y los gritos se oían a altas horas de la noche”, reveló el vecino.
Según sus palabras, las peleas entre ellos eran tan intensas que otros residentes en la comunidad podían escuchar lo que ocurría en la casa.
“Mi amiga vive en una casa contigua y me contó que varias veces tuvieron que soportar sus gritos durante la madrugada”, agregó.
Además de las tensiones internas, el comportamiento de García Moritán tampoco pasaba desapercibido.
“Una vez tuvimos una discusión porque mi perro se escapó y se acercó al suyo. Me gritó sin razón. No era tan educado como la gente piensa”, relató el vecino.
También se comentó que la pareja mostraba una actitud distante y elitista frente al resto de los residentes, generando cierta incomodidad entre los habitantes del sector.
Infidelidades y secretos en la comunidad
Lo que comenzó como simples rumores sobre discusiones de pareja ha derivado en algo más profundo.
Otro vecino insinuó que García Moritán habría tenido acercamientos poco apropiados con algunas mujeres del barrio, lo que generó un fuerte rechazo por parte de algunos de sus vecinos más cercanos.
“No era solo un problema entre ellos. Él también coqueteaba con varias mujeres aquí, lo que empeoró aún más las cosas”, confesó una fuente cercana.