Christian Iglesias/Aton Chile
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El ministro del Interior, Mario Fernández, regresó de improvisto de sus vacaciones, las que se extenderían hasta el próximo 5 de febrero, en medio de la crisis que enfrenta Carabineros por la supuesta adulteración de pruebas en la denominada “Operación Huracán”.

Fernández ingresó a La Moneda cerca de las 11:00 horas de este lunes y se reunió brevemente con el subsecretario de la cartera, Mahmud Aleuy.

Tras esto, el titular del Interior inició un encuentro con el director de la Policía de Investigaciones (PDI), Héctor Espinoza, institución que precisamente lleva adelante las indagatorias por la denuncia de Fiscalía contra Carabineros por el presunto montaje.

Fue el pasado jueves 25 de enero que se conoció la querella presentada -a título personal- por el fiscal jefe de Alta Complejidad de La Araucanía, Luis Arroyo, contra funcionarios de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar) que intentaron –según denunció- involucrarlo a él y una abogada asesora en la supuesta filtración de antecedentes del operativo al vocero de la CAM, Héctor Llaitul.

Después de revelarse la acción judicial, el fiscal regional de La Araucanía, Cristian Paredes, informó que el 28 de diciembre se había iniciado una indagatoria penal por los delitos de falsificación de instrumento público y de obstrucción a la investigación en el marco de la “Operación Huracán” y también comunicó la decisión de no perseverar en la investigación de esta causa.

Asimismo, el regreso de Fernández se da en medio de la polémica por cómo ha enfrentado el general director de Carabineros, Bruno Villalobos, la situación luego de que se conociera que el sábado viajó a Miami para dar inicio a sus vacaciones.

De hecho, ante el actual panorama, el Gobierno emitió un comunicado donde solicita que Villalobos “retome sus funciones a la brevedad”.

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