En un mundo cada vez más complejo y polarizado, el autoconocimiento se ha convertido en una herramienta fundamental para navegar las turbulentas aguas de las relaciones humanas.
Fanny Torres Silva, autora y eneagramista chilena, propone el Eneagrama como un mapa para este viaje de autodescubrimiento.
Torres Silva, quien recientemente presentó su libro “Reconfigurando el Ser: El Eneagrama como mapa en tiempos de crisis” en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, ofrece una perspectiva fresca sobre esta antigua herramienta. Su enfoque se centra en cómo el Eneagrama puede ayudarnos a comprender nuestro comportamiento y el de los demás.
“En tiempos de crisis, cuando vivimos en contextos complejos que impiden llegar a acuerdos, el autoconocimiento es fundamental para entender por qué nos relacionamos con otros de una determinada manera”, explica Torres Silva. Esta comprensión, según la autora, es clave para establecer vínculos más saludables y una comunicación más efectiva.
El Eneagrama, un sistema que describe nueve tipos de personalidad distintos, ofrece un marco para este autoconocimiento. Torres Silva señala que “con el estudio del Eneagrama, cada persona se puede visualizar dentro de nueve formas de ver la vida” que influyen directamente en cómo nos relacionamos con nuestro entorno.
Estos nueve tipos, o “eneatipos”, incluyen el perfeccionista, el auxiliador, el triunfador, el introspectivo, el observador, el inseguro, el entusiasta, el controlador y el evasor de conflictos. Cada uno de estos tipos tiene sus propias fortalezas, debilidades y patrones de comportamiento.
“Cada ser humano crece, se desarrolla y aprende en entornos y contextos que construyen nuestra personalidad”, destaca Torres Silva. Esta comprensión de cómo nuestras experiencias pasadas y nuestra genética influyen en nuestra personalidad es fundamental para el proceso de autoconocimiento.
La reflexión de Fanny Torres Silva
La autora enfatiza que el Eneagrama no es simplemente una herramienta de categorización, sino un camino hacia una mayor conciencia. “Cuando una persona logra ordenar su sentir, dentro de las características de uno de los nueve eneatipos propuestos comprendiendo y aceptando los 8 restantes, se tienen mayores posibilidades de encontrar donde se arraigan sus temores y fortalezas”.
Esta comprensión más profunda de uno mismo y de los demás puede tener un impacto significativo en nuestras relaciones personales y profesionales. Torres Silva sugiere que este conocimiento puede llevar a “diálogos unificadores y relaciones productivas, para generar acuerdos personales y sociales en momentos críticos”.
La relevancia del Eneagrama va más allá del desarrollo personal. Torres Silva ve en esta herramienta un potencial para el crecimiento social y nacional. “Chile, como país, tiene muchas oportunidades de crecimiento, pero está pendiente el trabajo de autoconocimiento como parte de la salud mental de las personas”, afirma.
Esta perspectiva se alinea con las recomendaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que destaca la importancia de desarrollar un “nosotros colectivo” fuerte para el ejercicio de la ciudadanía. El Eneagrama, al fomentar la comprensión y la empatía, puede contribuir a este objetivo.
Torres Silva, quien ha estudiado creatividad y programación neurolingüística en Londres y Buenos Aires, y actualmente se forma en psicoanálisis en la Escuela de Psicología Social de Buenos Aires, ve su trabajo como una misión. Su objetivo es “apoyar a personas y empresas a comprender sus comportamientos” a través del autoanálisis.
El libro de Torres Silva, “Reconfigurando el Ser: El Eneagrama como mapa en tiempos de crisis”, ofrece una guía práctica para aquellos que buscan utilizar el Eneagrama como herramienta de autoconocimiento. El libro está disponible en el sitio oficial de la autora.
En un mundo donde la polarización y el conflicto parecen ser la norma, herramientas como el Eneagrama ofrecen un camino hacia una mayor comprensión y empatía. Como concluye Torres Silva, “A partir de los resultados que arroja el Eneagrama, es posible crear con conciencia, una nueva actitud para impulsar las redes relacionales y de colaboración, de forma más sana y armónica”.