El exárbitro Julio Bascuñán rompió el silencio tras las acusaciones de Cindy Nahuelcoy y Loreto Toloza relacionadas con un trato distinto que supuestamente tenía el exjuez FIFA con Leslie Vásquez, favoreciéndola en ciertas designaciones.
Pero las acusaciones no se pudieron acreditar y Nahuelcoy y Toloza fueron sancionadas con 40 partidos sin dirigir. Bascuñán se mostró conforme con este castigo para las árbitras.
“La sanción habla por sí sola. Es una sanción contundente. Estoy de acuerdo con lo que se determinó. Ahora estoy viendo si tomo acciones penales”, comentó Bascuñán en diálogo con La Tercera.
Sobre las acusaciones, Bascuñán señaló que “fue una sorpresa tremenda cuando me llegó esta denuncia. Jamás me esperé algo así de compañeros, con los que estuvimos ligados durante tanto tiempo. Sabía que era una mentira, una mentira absoluta. Lo que pedí fue que se investigara; lo hice expresamente, para poder limpiar mi nombre y llegar hasta las últimas”.
Estas acusaciones llegaron hasta el mail de su hijo, luego de un envío masivo. Ante eso, el exjuez FIFA comenta que “todos los compañeros (estudia para ser árbitro) lo empezaron a mirar, a buscar y apuntar, por todo lo que estaba pasando. El mail es súper feo, con muchas mentiras. Para él fue impactante. Eso me duele mucho, porque uno cuida mucho a la familia. Que me vea expuesto, y también mi familia, fue algo realmente descarnado”.
Pese a lo anterior, contó que ya le había comunicado a su familia de las acusaciones de las árbitras: “Lo primero que hice fue hablar con mi familia. Yo tenía plena seguridad de que todo era una mentira y que no tenía nada que ocultar. Era necesario que mi familia supiese por mí antes de que se enterara por otro lado”.
Pese a que se fue preparando, igualmente señala que “han sido meses muy difíciles. He tenido que llevar una carga emocional muy grande. Primero, es algo familiar que nadie puede dimensionar. Mucha gente ha jugado con mi honra. Nadie puede dimensionar todo el daño que se me hizo. Todo el daño familiar y personal”.
Finalmente, Bascuñán señala que “es lo más duro que he vivido. Nadie se merece algo así, gratuitamente. Nadie se merece que inventen una mentira tan grande con otros fines. Yo soy una persona pública a nivel mundial y mi nombre ha recorrido el mundo”.