Durante esta jornada, la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) envió un comunicado de prensa y manifestó su preocupación tras la determinación de la Comisión Antidistorsiones respecto a fijar sobretasas arancelarias provisorias a las importaciones de acero chino, esto en el marco de la crisis que atraviesa la Siderúrgica Huachipato.
Desde el gremio agrícola, amparan su recelo debido a que esta idea no contó con el respaldo del Banco Central, ni de la Federación Nacional Económica (FNE), y agregó que esta decisión “se haya tomado en base a criterios políticos y no técnicos”.
Cabe mencionar que establecer sobretasas arancelarias a empresas que importan barras y bolas de acero a las empresas de China, no contó con un acuerdo unánime, por lo que se generó una división entre los miembros del autónomos y el Ejecutivo.
A través de su presidente, Antonio Walker, la SNA expresó que “una medida que no se sustenta en elementos técnicos podría impactar en la imagen de Chile, entregando una mala señal a nuestros socios comerciales”.
Declaración pública SNA
- Chile, en el marco de su apertura al mundo y el respeto al libre comercio, tiene una institucionalidad para corregir eventuales distorsiones en su comercio internacional, que siempre hemos valorado por sus decisiones basadas en evidencias técnicas.
- En esta oportunidad, sin embargo, nos preocupa que la decisión de la Comisión Antidistorsiones de recomendar una sobretasa a la importación de bolas y barras de acero desde China, aparentemente, se haya tomado en base a criterios políticos y no técnicos, según se desprende de la votación de la instancia, conocida hoy.
- Esto es delicado porque podría lesionar nuestra relación con China. Hacemos un llamado a las autoridades a ser cuidados y respetar siempre el espíritu de la institucionalidad que resguarda las buenas relaciones con nuestros aliados comerciales. Estas han traído importantes retornos a Chile, entre ellos, la generación de cientos de miles de empleos ligados a la cadena productora y exportadora.
- Una medida que no se sustenta en elementos técnicos podría impactar en la imagen de Chile, entregando una mala señal a nuestros socios comerciales. Además de ir en sentido contrario a nuestros esfuerzos por abrirnos al mundo, podría afectar la competitividad de nuestro país en mercados estratégicos donde hemos construido importantes políticas de cooperación.