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Este viernes se realizó el último debate presidencial en Brasil antes de las elecciones del domingo. Uno que estuvo marcado, otra vez, por los constantes ataques entre sus candidatos, Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro, y no por las propuestas políticas.

En la conversación se esperaba que ambos presidenciables a dirigieran al 20% de los electores indecisos. Mientras que Lula pretendía mantener la brecha del 5% que lo posiciona como favorito, el objetivo de Bolsonaro era acortarla.

El ex presidente y líder del Partidos Trabajadores centró sus ataques en los escasos reajustes al salario mínimo y al manejo de la pandemia en el país, acusando directamente a Bolsonaro de tener que “pagar” los 300 mil fallecidos en Brasil a causa del Covid-19 por su retraso en la compra de vacunas.

Del mismo modo, afirmó que las políticas de Bolsonaro y su mala relación con otros Jefes de Estado aislaron al país “más que a Cuba”. “Estamos más aislados que Cuba. Ningún país quiere recibirlo. Ningún presidente de ningún país quiere venir aquí”, señaló.

En tanto, el actual mandatario se defendió de las acusaciones y en diversas ocasiones tildó de “mentiroso” a Lula da Silva, afirmando que mantiene avanzadas conversaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y que hace poco conversó con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. “Estamos muy bien con el mundo. Afuera del país me están apoyando”, sostuvo.

A la vez, le recordó los episodios de corrupción que mancharon el Gobierno del Partido de los Trabajadores entre 2003 y 2010 y también el de Dilma Rousseff, afiliada al mismo conglomerado político.

Finalmente, Bolsonaro defendió sus valores conservadores y acusó a Lula de querer promover libertades en el aborto y la venta de drogas, lo que fue negado por su contrincante.

Las últimas encuestas evidencian un estrecho margen de un 5% de preferencia hacia Lula da Silva, quien tiene un 49% de intención de voto, frente al 44% de Bolsonaro.

En la primera vuelta, el ex mandatario se había impuesto con el 48% versus el 43% de su rival, con una diferencia de seis millones de votos.

Vale recordar que la campaña ha estado marcada por la tensión entre ambas opciones. Este viernes fue asesinado por desconocidos Reginaldo Camilo Dos Santos, ex candidato a diputado del Partido de los Trabajadores de Lula da Silva.

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