El nuevo ministro de Educación, Raúl Figueroa, sostuvo que es urgente terminar con las brechas de aprendizaje y así igualar oportunidades de niños y jóvenes.
“No podemos darnos el lujo de hacer de la escuela un lugar de conflicto. Eso implica volver a generar en educación un espacio de unidad. En los últimos 10 años ha sido más o menos evidente: la educación ha resultado un lugar de conflicto político y lamentablemente eso se ha visto reflejado en un estancamiento en los resultados de aprendizaje”, sostuvo en entrevista con El Mercurio.
“A mi juicio se perdió el foco en los aprendizajes y se llevó el debate a aspectos estructurales que poca relación tenían con lo que las escuelas necesitaban“, agregó el titular de la cartera ministerial.
A días del inicio total de las clases en los establecimientos, Figueroa llamó a la unión de los esfuerzos para que lo anterior se logre. “Seamos capaces de comprender rápidamente que la sala de clases es un lugar sagrado y que no se puede alterar ese espacio”, expuso.