El bus oruga Volvo B9 SALF de la línea 271, de Subus Chile, realizó su último viaje el pasado miércoles, cuyo recorrido fue entre Mapocho y San Bernardo.
De esta manera, se pone fin a este tipo de máquinas que circularon por las calles capitalinas desde el 2007, de hecho ya la gran mayoría fueron retiradas.
Daniel Carrillo, doctor en Química y “busólogo”, como se autodenomina, señaló a LUN que posiblemente la micro recorrió 1,5 millones de kilómetros en sus casi 18 años de servicio. Según, datos de Subus estas máquinas rendían un litro de Diésel por un kilómetro recorrido.
La ventada de estos buses articulados era la gran cantidad de pasajeros que podía transportar, aunque en diversas ocasiones tuvieron inconvenientes en las arterias capitalinas, tales como problemas para virar, atascamiento en pasos bajo nivel o como recordó el citado medio, cuando se partieron en dos en la Costanera Norte.
“Fue muy disruptivo verlos al principio, porque era un verdadero tren por superficie”, indicó el ingeniero Alejandro Torres al LUN.
“Hubo problemas de operación. El radio de giro a veces no daba, otras veces quedaron atascados en un paso bajo nivel, pero fue un aprendizaje para el transporte público mundial, respecto a que se podían hacer algunas cosas eficientemente”, comentó Rafael Delpiano, académico de la Universidad de Los Andes.
…hoy 31 de mayo de 2023. Gratitud y nostalgia eternas por darle un cambio notable y para mejor al transporte público capitalino.
— Er Danié (@dacaaguero) June 1, 2023
De hecho en la telemetria ahora aparece de esta forma y tal como en la foto: sirviendo por última vez en la 271 hacia San Bernardo. pic.twitter.com/HSpVWyaYtg