El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) finalmente presentó una querella por apremios ilegítimos ante las agresiones y malos tratos que terminaron con la muerte del conscripto Franco Vargas, tras un ejercicio militar desarrollado por la Brigada Nº 24 Huamachuco. Dentro de los antecedentes presentados por el organismo, se destaca que hubo “exposición a fecas de ratones en espacios de preparación y consumo de alimentos”.
El organismo interpuso la acción judicial ante el Juzgado de Garantía de Arica, en donde se busca que las Fiscalía Militar quede al margen de las indagatorias por los hechos. “Es imprescindible que la competencia del tribunal que conozca de los hechos ilícitos (apremios ilegítimos) sea civil y no militar”, sostuvo el IDH. Además, “los delitos de apremios ilegítimos, aun cuando sean cometidos por militares en contra de conscriptos, son delitos cuyos bienes jurídicos no tienen naturaleza estrictamente militar”, recordaron.
Además, la institución entregó algunos detalles de lo que vivieron los conscriptos que participaron en la instrucción militar. Entre ello, se destaca “maltrato físico, psicológico y lesiones a las víctimas”.
Antecedentes del INDH en caso de conscriptos en Putre
De acuerdo al organismo, hubo numerosas agresiones como “golpes de pies y puños, en cualquier contexto y momento, durante la instrucción, mientras dormían o comían o incluso durante las caminatas”.
En cuanto a las caminatas, “podían ser nocturnas, con temperaturas bajo cero, sin ropa adecuada“, también se registraron caminatas de día sin protección mínima. Respecto a las vestimentas, “pese a haberles dado las prendas, no se les permitían usarlas. Además, los privaban de sueño por las noches y les permitían dormir una hora”.
Dentro del maltrato también se incluyó “exposición a fecas de ratones en espacios de preparación y consumo de alimentos. Además, los obligaban a comer con las manos de una misma bandeja grupal. Los obligaron a utilizar letrinas grupales sin acceso a medidas higiénicas de aseo personal”.
Todo lo anterior ocurrió “dentro de un contexto de maltrato verbal permanente, con frases homofóbicas o de connotación sexual”.
“Al ir por atención médica recibían trato despectivo y les decían todo tipo de frases aún después del fallecimiento de Franco Vargas, situación que algunos de ellos presenciaron directamente”, advierte el INDH.