Tras la pandemia, millones de trabajadores de oficina en todo el mundo abandonaron sus lugares de trabajo para desempeñarse de manera remota, replanteándose la necesidad de los desplazamientos diarios y su impacto ambiental.
Un estudio reciente publicado en la revista Nature Cities destaca que un incremento del 10% en el número de personas trabajando de forma remota podría reducir las emisiones de carbono en 192 millones de toneladas métricas anuales, lo que representa una disminución del 10% en las emisiones del sector transporte, uno de los más contaminantes.
Y es que durante los períodos de confinamiento, se vislumbró un aumento en la calidad del aire y la reducción de las emisiones globales de carbono, que disminuyeron un 7% en 2020.
Un estudio adicional reveló que cambiar al trabajo remoto podría reducir la huella de carbono de una persona en un 54%, incluso teniendo en cuenta los viajes fuera del trabajo y el uso de energía residencial.
Sin embargo, mientras que las emisiones se recuperaron en 2021 con el regreso gradual a las actividades normales, las oficinas nunca volvieron a ser las mismas. Hoy, el 28% de los estadounidenses trabaja en un esquema híbrido y un 13% de manera remota a tiempo completo.
A pesar de estos cambios en el lugar de trabajo, investigadores de Global Workplace Analytics, señalan que las preocupaciones de las empresas se concentran en otorgar mejores condiciones y en posicionarse como referentes sustentables en su rubro.
El estado del teletrabajo en Chile
Según estadísticas a propósito de la nueva Ley de Conciliación Laboral y Familiar, de 71 empresas, solo el 9,4% ha implementado el teletrabajo, mientras que el 66,6% no lo ha hecho. Además, el 12,7% no aceptaron implementar el teletrabajo pero ofrecieron alternativas.
En cuanto a otras respuestas relacionadas con el teletrabajo, el 6% de los encuestados indicó que no han recibido respuesta a su solicitud, el 3,8% no se ha atrevido a preguntar por temor a represalias y un 1% reportó haber sido despedido.
De aquellos que recibieron una respuesta negativa al teletrabajo, el 36,6% mencionó que la empresa argumentó haber implementado ya una modalidad híbrida, mientras que el 28,4% señaló que sus tareas son esencialmente presenciales.